Sin ninguna duda uno de los mayores espectáculos del desierto es ver cómo amanece, así que hoy toca levantaros pronto para contemplar el maravilloso amanecer, no hay que perderse ver los cambios de colores que las dunas van tomando a medida que el sol sale por el horizonte. Un espectáculo visual que no vais a olvidar.
Los camellos nos esperan para volver al Riad y darnos una buena ducha y un desayuno tradicional marroquí, nuestra aventura continua haciendo una parada en Rissani muy famoso por su mercado, esta ciudad muestra con dignidad y se orgullece de ser la última escala comercial antes del desierto, la atmósfera que se respira paseando por los zocos de Rissani no se encuentra en ningún otro lugar de Marruecos, una penumbra debido a las techumbres que filtran los rayos del sol , una explosión de colores y olores que sobresalen a la combinación de las especias tan conocidas.
Seguiremos hacia las Gargantas del Todra de más de 100 metros de altura, con sus casas excavadas en la piedra, un lugar mágico de paredes rocosas verticales provocadas por la erosión del agua y el aire durante siglos, un lugar perfecto para los escaladores. Rodeado por un rio de poco caudal pero de agua cristalina podremos gozar de esta parada hasta la para dar un paseo tranquilamente. Seguiremos hacia Ouarzazates por la interesante Ruta de las Mil kasbahs, son unas curiosas ciudadelas fortificadas y construidas con adobe, estas soberbias edificaciones se encuentran totalmente integradas con el paisaje e incluso alguna de ellas muestran elevadas torres y muros decorados de origen beréber que en ocasiones aparecen silueteados en color blanco.
Seguiremos hacia el Valle de las Rosas muy conocida por el cultivo masivo de las rosas, donde descubriremos un paisaje impresionante, la naturaleza en su estado vivo y con sus colores armoniosos e impresionantes hacen de este Valle un paisaje digno de admirar, seguiremos nuestro camino hacia el Palmeral de Skoura con más de 700.000 palmeras destaca como un importante enclave de verdor y de vida en esta árida meseta, la gran concentración de kasbahs se disemina por todo el oasis y sus inmediaciones, una parada que merece ser visitada donde emana una belleza especial y donde parece que el tiempo se ha detenido a otras épocas, llegaremos a Ouarzazate donde haremos noche.