EXCURSIÓN A ESSAOUIRA

Situada a 176 Km de Marrakech a unas 2 horas y media aproximadamente se encuentra situada la localidad de Essaouira en la costa occidental del Atlántico en Marruecos, conocida por sus varios apodos como “La Perla del Atlántico” y “La bella Durmiente” podrás gozar de esta maravillosa localidad durante todo un día ya que posee todo el encanto de las ciudades abiertas al mar.
Declarada como Patrimonio de la Humanidad, mantiene el encanto y la autenticidad de una tierra perdida en el tiempo, su hermoso centro amurallado, su clima cálido, las inmensas playas y la proximidad al desierto atraen a todo tipo de turistas, desde los que buscan disfrutar de la calma, la buena cocina, la hospitalidad de su gente hasta los más deportistas que les gusta el mar y sus actividades como el windsurf ya que sus vientos alisios son una combinación perfecta para los deportes acuáticos.
Podemos destacar que la medina de Essaouira es completamente diferente a cualquier otra medina del mundo, rodeada de murallas fortificadas cuyo objetivo era proteger la ciudad de la arena y el viento y con sus tres puertas de entrada y sus cañones mirando al océano hacen de esta ciudad costera una de las más visitadas.
Su pequeña medina donde impera la tranquilidad se divide en barrios cuadriculados donde se aprecia el clásico entramado de callejuelas marroquíes con sus vendedores y comerciantes, sus casas de paredes blancas y el azul de sus ventanas y puertas que recuerdan un poco a las islas del Mediterráneo, le dan una personalidad propia y diferente, podremos pasear tranquilamente y empaparnos del encanto, del ambiente relajado y tranquilo que nos ofrece esta localidad.
El puerto pesquero situado al suroeste de la medina y dotado de colores frenéticos e imágenes pintorescas es uno de los puntos claves de Essaouira, frecuentado por innumerables gaviotas haciendo malabares para no perder el equilibrio esperando la llegada de las pequeñas barcas  a puerto dan un aspecto muy relajante, junto al puerto podréis encontrar unas paradas de comida donde ofrecen diferentes tipos de pescado y marisco fresco cocinados a la brasa.
Otra de las cosas que vale la pena visitar es la fortaleza portuguesa por donde podréis recorrer toda la muralla que bordea parte de la ciudad con sus viejos cañones mirando al mar y que nos ofrece unas espectaculares vista al Atlántico.
Una excursión que seguro no os dejará indiferentes!!!!