Sin ninguna duda uno de los mayores espectáculos del desierto es ver cómo amanece, así que hoy toca levantaros pronto para contemplar el maravilloso amanecer, no hay que perderse ver los cambios de colores que las dunas van tomando a medida que el sol sale por el horizonte. Un espectáculo visual que no vais a olvidar. Los camellos nos esperan para volver al Riad y darnos una buena ducha y un desayuno tradicional marroquí y seguir haciendo un recorrido por el corazón del desierto para gozar la magia que nos ofrecen las dunas, su paisaje y sobretodo la vida de los nómadas en el desierto, una vida sencilla y que seguro os gustará poder relacionaros con los nómadas, Pasaremos por el lago o Dayet Srji (lago de los Flamencos), depende el invierno suele ser más o menos agua y donde muchas aves a hibernar, principalmente los flamencos, pasaremos por Khamlia donde haremos una parada (pueblo de los negros) con una población de 334 habitantes de etnia Gnaoua y bereber, originarios del África negra se desplazaron al Sáhara donde empezaron a asentarse junto con nómadas bereber, su gente es cálida amable y tranquila, y debido a su cultura, la música forma parte importante en ellos, khamlia les invitará a disfrutar de su hospitalidad, a tomar una taza de té y a escuchar la música Gnaoua descansando en el maravilloso paisaje del desierto entre dunas, nuestra ruta sigue entre las dunas (por donde pasa el París-Dakar), para conocer alguna de las familias seminómadas que viven en la zona en este mar de arena y piedra, toda una aventura que podréis disfrutar cada segundo ¡!!,